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Haga usted mismo 25 modelos de estanterías

Haga usted mismo 25 modelos de estanterías

Joaquim Vilargunter Muñoz

 

Verlag De Vecchi Ediciones, 2020

ISBN 9781646998357 , 144 Seiten

Format ePUB

Kopierschutz DRM

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6,99 EUR

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Haga usted mismo 25 modelos de estanterías


 

EL EQUIPO NECESARIO


La construcción de estanterías no requiere tantos conocimientos ni habilidades como en otro tipo de construcciones en madera (sillas, muebles de estilo, puertas, etc.). No obstante, conviene dominar las técnicas básicas, disponer de un espacio lo suficientemente grande para trabajar con comodidad y de un equipo mínimo adecuado.

El taller

Para realizar cualquier trabajo de carpintería es importante disponer de un espacio adecuado, que puede ser un garaje, habitación o cobertizo convenientemente habilitados (figura 1). Ha de estar lo suficientemente iluminado y bien ventilado, ya que el polvo que se levanta en esta actividad es considerable.

Fig. 1. El taller

A la hora de adquirir las herramientas, es preciso incluir en la lista unas mesas o superficies de apoyo donde se colocarán la maquinaria estacionaria y la portátil, así como un banco de carpintero, imprescindible si se desea realizar el trabajo con una cierta comodidad y soltura.

También son necesarios armarios o estanterías con cajones donde guardar las herramientas manuales, las puntas y tornillos por tamaños y gruesos.

Sobre todo, hay que tener en cuenta que las colas y los barnices son inflamables y pueden desprender vapores tóxicos, por lo que deberán almacenarse con las debidas precauciones.

A fin de ganar espacio y hacer el trabajo más llevadero, en las paredes del taller se pueden fijar paneles de tablero contrachapado donde sujetar las herramientas manuales. Si se dibuja la silueta de cada una, podrán colgarse con mayor facilidad.

Si el taller lo permite, se debe reservar un espacio donde almacenar los materiales y la madera maciza, de forma que los retales y las piezas estén ordenados y sean localizables a simple vista.

El banco de carpintero

El banco de carpintero clásico se compone de una superficie de trabajo de 200 x 50 cm de unos 5 cm de espesor con un canal dispuesto a lo largo donde colocar las herramientas o piezas que en este momento no se utilicen. La superficie del banco está soportada por cuatro patas robustas de 7 cm de grueso por 14 cm de ancho, estando las dos traseras inclinadas hacia atrás para dar mayor estabilidad al conjunto (fig. 2).

Fig. 2. Banco de carpintero tradicional

La prensa vertical, o de carpintero, es el elemento fundamental; se utiliza para sujetar correctamente las piezas en las que se está trabajando y se halla sobre la pata delantera izquierda. Consta de un tornillo sujeto a la prensa de madera y una palanca que permite apretarla o aflojarla. Si se desea, se puede complementar con una prensa horizontal, o de ebanista, que permite sujetar piezas más pequeñas.

También conviene disponer de un cajón donde colocar las herramientas y los accesorios necesarios, así como de una bandeja en la que dejar las piezas que puedan necesitarse.

Aunque lo idóneo sería disponer de un banco profesional, existen en el mercado bancos de trabajo más sencillos, económicos y de dimensiones reducidas que cumplen perfectamente con los requisitos necesarios para realizar un buen trabajo (figs. 3 y 4). Incluso, si se prefiere, un tablero soportado con caballetes (fig. 5) y sujeto a ellos mediante gatos de apriete puede bastar.

Si sólo se dispone de una mesa robusta como plataforma de trabajo, se deberán sujetar las piezas con gatos o mordazas con un tornillo de sujeción (fig. 6).

Fig. 3. Banco de trabajo de bricolaje (izquierda); Fig. 4. Banco de trabajo de bricolaje plegable (derecho)

Fig. 5. Caballete (izquierda); Fig. 6. Mordaza, de fácil montaje en cualquier mesa de trabajo (derecho)

Herramientas y maquinaria

Dado que las piezas de madera pueden adquirirse cortadas y pulidas, no se necesitarán demasiadas.

Instrumentos para medir y trazar

Este tipo de herramientas es imprescindible si se desea realizar un buen trabajo sin demasiados quebraderos de cabeza, ya que es importante marcar correctamente las piezas de madera antes de comenzar a trabajar con ellas.

EL METRO DE CARPINTERO Y EL FLEXÓMETRO

El metro de carpintero de madera o metálico consta de 10 varillas plegables y es adecuado para medir piezas en general.

El flexómetro es un metro de varilla metálica flexible que se enrolla en un estuche y que permite medir piezas curvas.

LA ESCUADRA Y LA FALSA ESCUADRA

La escuadra permite realizar trazos de 45 y 90°, así como comprobar la exactitud de los ángulos rectos de las piezas.

La falsa escuadra, en cambio, consta de dos reglas unidas por un tornillo de tuerca de orejas y permite trazar ángulos de diversa medida (fig. 7).

EL COMPÁS

Es un instrumento de precisión constituido por dos varillas de acero o de madera articuladas en uno de sus extremos por un tornillo de tuerca de orejas (fig. 8). Se puede improvisar uno con un listón plano en uno de cuyos extremos se practica un agujero lo suficientemente ancho como para ajustar un lápiz; en el otro extremo del listón y a la distancia necesaria se clavará una punta que será el centro del arco que trazaremos (fig. 9).

EL NIVEL

Es un instrumento de medida que consiste en un tubo de vidrio casi lleno de alcohol. Cuando el nivel se encuentra completamente horizontal, la burbuja de aire se hallará en el centro exacto entre dos líneas de referencia marcadas en el cristal. Se recomienda su uso para nivelar las estanterías (fig. 10).

INSTRUMENTOS PARA MEDIR Y TRAZAR

Fig. 7. Empleo de la escuadra y de la falsa escuadra (izquierda); Fig. 8. Trazado de un arco con un compás (derecho)

Fig. 9. Trazado de un arco con un compás improvisado (izquierda); Fig. 10. El nivel de burbuja, imprescindible para equilibrar estanterías que han de colgarse en la pared (derecho)

Herramientas manuales

Para trabajar la madera se requieren herramientas manuales que no se desafilen demasiado por el uso continuado, sobre todo si se trata de formones y hojas de cepillo, tan necesarias en el taller de carpintería.

LOS FORMONES

Son herramientas de corte libre formadas por una hoja de acero con un bisel en un extremo y un mango de madera en el otro. Se utilizan para realizar cajas, rebajos y muescas en las piezas de madera. Como mínimo son necesarios tres formones (de 5, 10 y 15 mm de ancho) para llevar a cabo las operaciones habituales.

LA MAZA, EL MARTILLO Y LAS TENAZAS

La maza, o mazo, que suele ser de madera o caucho, se utiliza para golpear sobre el mango de los formones sin estropearlo así como para ajustar las uniones de las estanterías, mediante un golpe seco sin que se deforme la superficie de madera (fig. 11).

En las labores de carpintería se emplean dos tipos de martillo: el de orejas, que permite clavar por un extremo y extraer clavos por el otro, y el de peña, muy apropiado para clavar puntas o hacer trabajos más finos (fig. 12).

Las tenazas sirven para extraer clavos y puntas y no deben utilizarse en ningún caso para golpear o clavar, ya que pueden estropear la superficie de la madera.

EL SERRUCHO DE COSTILLA

Dispone de una vaina o costilla que mantiene rígida la hoja del serrucho, lo que permite realizar cortes de gran precisión en piezas de madera maciza (fig. 13).

RASPAS Y LIMAS

Las raspas tienen dientes de forma triangular que arrancan pequeñas astillas de madera y se utilizan para desbastar o alisar, según el caso y el tipo de la raspa (fig. 14), las piezas.

Las limas son parecidas a las raspas o escofinas si bien la cara de corte está finamente estriada, por lo que se utilizan para afinar las superficies de la madera (fig. 15).

EL AVELLANADOR

El avellanador permite ensanchar un agujero donde debe introducirse un tornillo, de forma que la cabeza no sobresalga. También es una especie de broca o fresa cónica que se acopla al taladro (fig. 16).

EL CEPILLO DE PULIR, EL GUILLAME Y EL CEPILLO DE MOLDURAR

El cepillo se utiliza para labrar o pulir la madera de forma manual. A pesar de que existen varios tipos, por lo general se compone de un bloque de madera dura —que suele ser de encina o haya— al que se le han realizado unas muescas y orificios por donde se colocan la hoja y la contrahoja de hierro, que se sujetan mediante un tornillo regulable y que a su vez se introducen en el orificio adecuado y se fijan con una cuña de madera (fig. 17) para...