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Jugar con su perro

Jugar con su perro

Christina Sondermann

 

Verlag De Vecchi Ediciones, 2020

ISBN 9781644618660 , 128 Seiten

Format ePUB

Kopierschutz DRM

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4,99 EUR

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Jugar con su perro


 

LAS REGLAS DEL JUEGO Y CONSEJOS PARA PRINCIPIANTES


Existen toda una serie de aspectos que deberá tener en cuenta a fin de que tanto usted como su perro puedan disfrutar plenamente cuando realicen estas actividades. Estúdiese bien las reglas del juego: su mascota se lo agradecerá y le recompensará con mayores dosis de diversión.

El juego adecuado

Casi todos los juegos que se proponen en este libro deberían adecuarse a todo tipo de perros y personas. Sin embargo, le rogamos que apele igualmente al sentido común al escoger un juego.

Si su perro es mayor y padece artritis, le estará muy agradecido si no le hace saltar obstáculos, actividad que a su vez tampoco es recomendable para un cachorro. Si un perro es algo nervioso, es mejor evitar actividades como pasar por encima de una ruidosa tapa de plástico o, cuando usted desee practicar ejercicios de agilidad con personas, saltar por encima de los brazos y los pies de un niño. No cabe la menor duda de que usted es la persona más adecuada a la hora de escoger los ejercicios más aptos para su animal.

Para los perros que disfrutan con las actividades sencillas es recomendable dejar los juegos conjuntos para más adelante. Otra recomendación imprescindible es saber escoger el material con el que van a jugar, de modo que este no pueda causar daño al perro o provocar un accidente.

No hacen falta grandes esfuerzos para divertirse: Mücke nos demuestra que los perros en buena forma física también pueden estarlo mentalmente.

A Tiffi le encantan los pequeños retos porque siempre logra una deliciosa recompensa.

Las recompensas son la clave del éxito

¿Recompensar a un perro por haber jugado con usted? En principio, quizás le suene extraño, porque la idea que suele tenerse es que el perro ya disfruta con el juego. No cabe duda de que casi todos los perros lo pasan en grande compartiendo actividades con sus dueños. Sin embargo, muchos juegos son como una especie de ejercicio que deben aprender antes: de buenas a primeras, no todos los perros son capaces de pasar por debajo de un túnel hecho con sillas y mantas, saltar hasta una pared, trepar a un árbol o correr hacia el dueño con las orejas levantadas.

Así pues, usted, que conoce a su perro, tendrá que determinar hasta qué punto este podrá divertirse y, a su vez, aprender. Igualmente, como dueño, usted entenderá mejor y más rápidamente qué es lo que le gusta hacer con su perro: verá cómo la motivación da sus frutos rápidamente, mucho antes de lo que imagina.

En este sentido, los perros son igual que las personas; de aquí la utilidad de las recompensas a la hora de realizar actividades compartidas. Su perro se lo tomará todo con mayor entusiasmo y se verá capaz de afrontar nuevos retos con más ganas y entusiasmo. El éxito será de ambos y la diversión estará asegurada.

La comida es lo que más aprecian

Su perro se encargará de transmitirle cuál es la recompensa que más le gusta. En este sentido, cabe destacar que hay pocos perros que reaccionen ante unas palabras amables. Asimismo, tocarlos y acariciarlos es algo que suele funcionar en el sofá pero que resulta poco efectivo durante el adiestramiento.

Jugar con muñecos o lanzarle juguetes es algo con lo que solamente disfrutan ciertos perros y, además, suele alterar el ritmo de la actividad que se está realizando. Así pues, la comida es generalmente la mejor opción: es fácil de manejar y, a su vez, motiva al perro.

Si usted se imagina que usando la comida como recompensa su perro va a engordar, le podemos decir que puede estar tranquilo: utilice tan sólo una pequeña parte de la ración diaria como recompensa a la hora del juego y deje que se esfuerce por conseguirla durante un rato. A la mayoría de perros les encanta que la comida llegue a ellos de esta forma.

Aconsejamos que la provisión básica para casi todos los juegos consista en comida. Cuando vaya a empezar un juego nuevo o a introducir a su perro en alguna situación o ambiente desconocido, utilice recompensas realmente atractivas para empezar.

En situaciones cotidianas, no vaya más allá de una pequeña parte de su ración de comida habitual.

Para cuando salgan de paseo, es recomendable que lleve una riñonera con la comida.

Cuanto mejor sepa lo que le gusta a su perro, más acertará a la hora de proporcionarle sus recompensas. Le recomendamos que elabore una lista con las cosas que más le gustan; por ejemplo, sus cinco recompensas favoritas. Para ello, aparte de la comida, tenga en cuenta cosas como correr tras una pelota o atraparla.

Los pasos hacia el éxito

Algo que siempre cabe recordar es que, si bien usted siempre tendrá muy claro qué es lo que su perro debería hacer, él, al principio, lo ignora por completo. Por desgracia, usted no se lo va a poder explicar, porque, claro está, los perros no entienden el lenguaje de los humanos.

Piense, pues, cómo se sentiría usted si se encontrase solo en otro país y, además, desconociese el idioma. Imagínese cómo se sentiría si, ante esta situación, alguien quisiera comunicarle algo. ¿Qué preferiría? ¿Que alguien le hablara sin parar, sujetándole los brazos, primero de manera amistosa y luego mostrándose cada vez más impaciente porque usted no comprende lo que le está explicando? ¿O que un amable intérprete le guiase gradualmente, de forma calmada y cordial? Sin duda, esta última manera sería la más apreciada. Así es precisamente como se sienten los perros en nuestro mundo.

Por tanto, el dueño es responsable de ir introduciendo cualquier nuevo reto al perro de forma paulatina. Usted deberá ser un ejemplo de constancia y paciencia. En estas situaciones, procure no tocar en exceso a su perro ni agarrarlo para ponerlo en la postura correcta que requiere el ejercicio. Jamás lo sujete por el collar o correa. Mientras el contexto sea el adecuado (piense que debe primar, ante todo, la seguridad de su mascota), el adiestramiento se deberá hacer sin correa.

Con una pequeña recompensa podrá conseguir que su perro adopte la postura deseada. Esta alternativa ya se sugiere en la introducción del presente libro, puesto que se trata de la forma más fácil de conseguir un buen equipo entre el dueño y su perro. Para quienes prefieran mayores retos, también se puede enseñar al perro a que siga la mano vacía del dueño mientras con la otra mano se le ofrece la recompensa. Los dueños que estén familiarizados con el adiestramiento Clicker pueden prescindir totalmente de atraer al perro con engaños, ya que este está capacitado para entender de qué va el ejercicio. Cuanto menos se tenga que estimular a un perro, más rápido entenderá en qué consiste un juego.

Independientemente de la disciplina que imponga a su perro y del juego con el que le entretenga, siempre debe hacer que todo sea simple desde el primer momento. No espere resultados perfectos de buenas a primeras, aunque le aconsejamos que le recompense por cada pequeño progreso que vaya haciendo. Los detalles de todo ello se explican en las instrucciones relativas a cada actividad. Los juegos están descritos de modo que las personas y los perros sin experiencia en adiestramiento puedan comprenderlos sin problema.

Los objetivos se logran paso a paso. A Ronja aún le cuesta bastante entrar en la caja, pero Manuela le da igualmente una golosina por cada pequeña gesta. Cada paso le valdrá una recompensa: ¡el éxito está a la vuelta de la esquina!

Cómo enseñar a un perro a que siga una mano vacía:

 Ante todo, tenga una recompensa entre sus dedos y pida a su perro que siga su mano. Cuando lo logre, dele la recompensa.

 A continuación, esconda la recompensa en el puño a fin de que el perro no la vea y tampoco pueda olerla. Pídale de nuevo que siga su mano y, seguidamente, recompénsele.

 Ya en el siguiente paso, seguirá recompensando al perro por seguir su mano; sin embargo, la recompensa procederá ahora de su otra mano. Hay que mantener escondida la recompensa en algún recipiente o bolsa y dársela rápidamente.

 Repita el mismo procedimiento de manera reiterada hasta que su perro se acostumbre. No esconda nada en la mano que el perro debe seguir pero continúe con el puño cerrado, fingiendo que lleva comida. Lo más probable es que su perro aún lo siga; recompénselo inmediatamente con un poco de comida.

 Practique este método con frecuencia, aunque de tal manera que, cada vez que lo haga, su perro siga su mano vacía un ratito más antes de ofrecerle la recompensa con la otra mano.

Cronometraje preciso

A pesar de que este libro no presenta ejercicios complejos ni trucos, consideramos útil transmitir una serie de conocimientos acerca del comportamiento de los perros en el proceso de aprendizaje. Un cronometraje preciso, por ejemplo, resulta básico. Los perros lo aprenden todo más rápidamente cuando entienden por qué se les está recompensando. A fin de conseguirlo, usted tendrá que...