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Enciclopedia de los perros de caza

Enciclopedia de los perros de caza

Claudio De Giuliani

 

Verlag De Vecchi Ediciones, 2020

ISBN 9781683255994 , 240 Seiten

Format ePUB

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6,99 EUR

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Enciclopedia de los perros de caza


 

TERRIER


¿Nacieron en Inglaterra o en Francia estas estupendas razas de zarceros? Parece ser que la palabra terrier deriva del francés y que estos perros desembarcaron en las playas de Sussex, Inglaterra, junto a los seguidores de Guillermo el Conquistador. Hallamos una definición de estas razas, o mejor dicho, del perro que quizá podría haber sido su antepasado en la antigua clasificación del doctor Caius: «Otra especie canina, además del lebrel, se emplea aquí en la caza del zorro y del tejón; nosotros llamamos a estos perros con el nombre de terrars, porque (según el método y la costumbre de los hurones) se adentran en el terreno y, sin mostrar temor alguno, se enfrentan, en cualquier condición, con el zorro o el tejón; o bien inducen a la presa a salir del cubil, para asaltarla luego en una repentina emboscada. Los terrars pueden introducirse además en las madrigueras más oscuras y levantan la pieza allí cobijada al inducirla a buscar un refugio distinto, aunque sea menos seguro. Entonces ellos, con notable agilidad, se lanzan sobre ella y la despedazan».

A partir de este texto podemos identificar muy bien el tipo de trabajo al que se sometía a aquellos perros, pero podemos saber muy poco acerca de su morfología. Como de costumbre, las hipótesis sobre el nacimiento de esta o aquella raza son divergentes y tampoco existe ninguna documentación precisa sobre los terrier. Al parecer, al menos el antiguo teckel alemán y el viejo sabueso inglés estuvieron entre los antepasados de estas razas, o al menos de la primera, a partir de la cual, gracias a los cruces con otras razas, nacieron todas las que componen el grupo de los terrier. Siempre han sido unos perros dotados de un carácter excepcional, y para recordar esta característica reproducimos una frase del doctor Still, obispo de Bath en 1570: «Dios nos ha enviado a los terrier, tan llenos de coraje, y en su corazón no ha albergado el miedo».

Fox terrier de pelo liso

Al principio, los terrier eran los perros de la plebe, no de la nobleza, y precisamente por este motivo, a diferencia de otras razas de orígenes más «nobles», son muy pocos los testimonios sobre ellos. En efecto, eran los campesinos quienes utilizaban a los terrier en sus cacerías furtivas del zorro o de la liebre, un suplemento para su escasa mesa. La fortuna de estas razas se inició cuando la caza del zorro se convirtió en Inglaterra en un deporte de enorme difusión, sobre todo entre los nobles. Esta nueva práctica cinegética requería muy a menudo, en su parte final, el uso de un perro para apresar el zorro que hubiese logrado ganar el cubil. Así, los terrier se hicieron populares muy rápidamente. Sin embargo, los cazadores se dieron cuenta de que las patas cortas no les ayudaban a seguir a los caballos y entonces comenzaron a pensar en crear razas con patas más largas. Gracias a los cruces con el foxhound y el beagle se obtuvo un perro más ágil y rápido, aunque mantenía las mismas cualidades, es decir, la testarudez en el trabajo, la combatividad y la resistencia. Así nacieron los antepasados de los actuales fox, de los airedale y de los welsh, que a través de una evolución gradual fueron adquiriendo poco a poco las características actuales.

Uno de los primeros cuadros que representa a un terrier de aspecto moderno es el del pintor holandés Hamilton, de alrededor de 1700. Es necesario llegar hasta 1859 para asistir a la presentación en una manifestación cinófila de una versión moderna de un terrier. Ello sucedió en Newcastle, Australia, con ocasión de la organización de la primera exposición canina abierta a todas las razas. Este fue el inicio de una selección que llevó a una fijación de las características de las 32 razas actuales. Nacían así los fox, los border, los lakeland, los welsh y los norwich. Tomaba vida, unos años más tarde, el bedlington. Estas razas pueden dividirse según su origen geográfico y su morfología. Tendremos así los terrier ingleses, los escoceses, los irlandeses y los galeses y, por último, los creados fuera de las Islas. Precisamente en esta última categoría podemos hallar también el deutscher jagdterrier que, junto al fox de pelo duro, es, quizá, la única raza a la que aún se somete a pruebas de trabajo y se utiliza en la caza.

Fox terrier

Fox terrier de pelo duro

Historia

Al parecer, el antepasado de esta magnífica raza puede ser aquel perro, denominado griffon terrier de los bretones, que el poeta griego Opiano de Apamea describió en su tratado sobre la caza, Kynegetika. Naturalmente, debería ser más antiguo el fox de pelo liso, ya que es bien sabido que la variedad de pelo duro de cualquier raza es fruto de los cruces. Nació en Inglaterra y fue inicialmente el perro de los campesinos y los cazadores furtivos, quienes lo utilizaban en sus pobres y fugaces cacerías.

El fox, sumamente hábil para la caza del zorro y de todos los animales de cubil, adoptó mayor relieve cinegético cuando comenzó a utilizarse en la fase final de aquellas cacerías a caballo que gozaron de tanta fortuna en las cortes reales de todas las épocas. Sin embargo, fue a finales del siglo pasado cuando la cría y la verdadera selección del fox comenzó a dar sus primeros frutos. El estándar se fijó en el lejano 1876, después de que en 1862 se presentaran en la exposición de Birmingham los primeros fox.

Al principio no existía ninguna diferenciación entre el pelo liso y el pelo duro, hasta 1873, año en que se comenzó a inscribir a los fox en clases separadas. El fox de pelo duro, en los primeros años, era presentado sin ningún aderezo, mientras que luego, gradualmente, superó las críticas de los viejos criadores ingleses y arraigó el acicalamiento de esta variedad, una práctica que en nuestros días ha alcanzado valores de gran elegancia y refinamiento, lo que ha contribuido aún más a hacer del fox un perro de formas elegantes y sobrias.

Elementos del estándar

Cabeza

La característica de la cabeza de un fox es su longitud, que debe ser la mayor posible. El cráneo ha de ser plano y moderadamente estrecho; el stop, poco pronunciado; los ojos, redondos de color oscuro, y las orejas, en forma de «V», nunca deben bajar hacia los lados de la cabeza, sino siempre hacia delante.

Cuerpo

El cuello debe ser largo, musculoso, de forma cónica y sin papada. El tórax ha de tener buenas medidas, profundo pero sin llegar a ser excesivamente ancho; la espalda, inclinada y larga; las extremidades anteriores, en aplomo con unos metacarpos de escasa inclinación, y los pies compactos, redondos, en forma de pie de gato.

Cola

Implantada alta, generalmente es acortada y se lleva alegremente. Siempre está en movimiento y nunca debe dirigirse hacia el dorso.

Manto

Para la variedad «lisa», el pelo debe ser bastante largo, recto y liso, siempre plano y adherente, denso y duro al tacto. Su color puede ser de diversas tonalidades pero siempre ha de predominar el blanco. Las manchas pueden ser negras, o marrones, en el cráneo y en las orejas. El atigrado y las manchas rojas son indeseables. En la variedad de pelo duro, el manto nunca debe dar la impresión de ser lanoso; es más, cuanto más hirsuto mejor. Los pelos deben ser casi siempre rectos y sólo en pocas zonas pueden existir rizos o ligeras ondulaciones. El color ha de ser el mismo que en la otra variedad.

El trabajo y las cualidades

El fox, adecuado para el trabajo tanto en cubil como sobre el terreno, es un perro apreciado por los cazadores que practican este tipo de actividad cinegética. En el trabajo en cubil, en el que debe levantar los zorros y los tejones, el fox demuestra toda su tenacidad y su inmenso coraje. Una vez que ha entrado en el cubil, solamente saldrá tras derrotar a su rival, ya sea un zorro o un tejón. Por desgracia, este magnífico perro está perdiendo parte de sus aptitudes cinegéticas, ya que se está convirtiendo cada vez más en un perro de compañía. En algunos países de Europa se le utiliza para la caza del jabalí, en la que se muestra válido tanto en la fase de acoso como en la de bloqueo, ejercicio que realiza bien aunque, a veces, su extrema agresividad le lleva a sucumbir. Gracias a su vivacidad, su inteligencia y su belleza es apreciado también como un estupendo perro de compañía.

Deutscher jagdterrier

Deutscher jagdterrier

Historia

Se trata de una raza creada y seleccionada por los cazadores alemanes a principios del siglo XX. La gran diferencia entre los fox ingleses de exposición y los de trabajo estimuló a los alemanes a plasmar, precisamente a partir de los fox de trabajo, esta nueva raza. Las primeras camadas nacieron de cruces entre fox de pelo duro y liso, especialmente escogidos por los aficionados alemanes.

Elementos del estándar

Cabeza

El cráneo ha de ser algo más ancho entre las orejas que el del fox, pero sin exagerar. El stop no debe ser pronunciado. El morro es fuerte, con las mejillas pronunciadas.

La mandíbula inferior y el mentón están bien pronunciados y son fuertes. Los ojos son oscuros, pequeños y en posición semilateral, y las orejas en forma de «V» son de arranque alto y tienen la misma forma y posición que las del fox.

Cuerpo

El cuello debe ser robusto y no demasiado largo; el lomo, fuerte con el pecho profundo; la espalda, larga e inclinada; las extremidades, en...