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Masaje y Linfodrenaje

Masaje y Linfodrenaje

Flavio Gazzola

 

Verlag De Vecchi Ediciones, 2022

ISBN 9781644616291 , 190 Seiten

Format ePUB

Kopierschutz DRM

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10,99 EUR

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Masaje y Linfodrenaje


 

LA LINFA Y EL SISTEMA LINFÁTICO


Generalidades

Cuadro histórico

Gaspare Aselli (1581-1626), cirujano y anatomista de Cremona, descubrió los vasos linfáticos y los describió en el libro De lactibus sive lacteis venis, titulado así por el aspecto lácteo de la linfa.

En la misma época, en 1652, Bartolini determinó uno de los puntos más importantes del sistema linfático, la desembocadura del conducto del tórax en la vena subclavia.

Desde entonces, los anatomistas han utilizado fluidos coloreados y métodos de contraste para descubrir las redes linfáticas, así como métodos radioinmunológicos para el estudio de los linfonódulos además de la microscopía óptica y electrónica. Todo esto ha facilitado la comprensión del sistema linfático.

Actualmente, la linfografía, gracias a la utilización de compuestos químicos poco tóxicos, permite examinar directamente el sistema linfático de un paciente. Se trata de un examen que comporta un cierto riesgo, por lo que se aconseja solamente cuando los demás métodos diagnósticos no son suficientes para definir con exactitud cuáles son los problemas del sistema linfático —como puede ocurrir, por ejemplo, antes de la extirpación de un tumor. La EAV (electroacupuntura según Voll) es otro método muy utilizado. Fue creado en los años cincuenta, no comporta ningún riesgo y permite examinar con precisión la funcionalidad del sistema linfático.

Formación del sistema linfático

El sistema linfático pertenece al aparato circulatorio y como este, deriva en parte del mesodermo (una de las tres capas del embrión, en la que se unen las células de un organismo en formación) y en parte del mesénquima (el tejido indiferenciado, de función indefinida, que incluso en los adultos mantiene la posibilidad de transformarse, según las circunstancias, en un determinado tipo de tejido). Algunos rasgos importantes de este origen mesenquimal se encuentran en las células que constituyen el retículo (la urdimbre) y el endotelio (la superficie interna) de los órganos inmunocompetentes (destinados a la defensa del cuerpo), como los linfonódulos, el seno linfático y el interior de los vasos linfáticos.

Las células del retículo, de hecho, en caso de agresión bacteriana, vírica o de otra causa, se pueden transformar en macrófagos capaces de destruir al agente patógeno (véase el capítulo dedicado a los linfonódulos).

Todos los vasos linfáticos derivan probablemente de los divertículos de las venas, llamados sacos linfáticos. Cuando el embrión ha alcanzado los 2 cm presenta los siguientes:

 dos pares simétricos, originados por la vena yugular y llamados por esta razón sacos yugulares;

 dos sacos caudales derivados de las venas iliacas y llamados sacos iliacos;

 un saco impar mediano, próximo a la pared abdominal posterior, llamado saco retroperitoneal.

Del saco retroperitoneal y de los sacos iliacos parte el principio del conducto torácico. De los sacos yugulares, en cambio, parten los troncos subclavio, yugular y broncomediastínico.

Los linfonódulos se originan a partir de pequeñas reagrupaciones de células linfáticas presentes a lo largo de los vasos linfáticos.

La posición de las partes del sistema linfático que han sido ya citadas, está ilustrada en los esquemas contenidos en el capítulo sobre la circulación.

Los centros de tejido linfático y los linfocitos en la sangre

El tejido linfático constituye aproximadamente el 1 % del peso corpóreo total y tiene básicamente labores de defensa inmunitaria. Los centros de tejido linfático en el cuerpo son:

 el bazo;

 el timo;

 las amígdalas (palatinas, faríngeas, tubáricas, linguales);

 las placas de Peyer (en el conducto alimentario);

 el apéndice (una verdadera amígdala intestinal);

 la médula ósea (en menor medida).

En la sangre, los linfocitos (células destinadas a la defensa del organismo, producidas por los tejidos linfáticos) constituyen por lo menos el 30 % de los glóbulos blancos, que a su vez mantienen una relación de 1 a 1.000 con respecto a los glóbulos rojos. En un milímetro cúbico de sangre, por lo tanto, hay aproximadamente de 4 a 5 millones de glóbulos rojos y de 4.000 a 5.000 glóbulos blancos.

Clasificación de la linfa

Existen distintos tipos de linfa, según su composición y funciones:

 linfa intersticial o histolinfa: está presente en los tejidos y forma el líquido intersticial, que constituye el medio en el que viven las células (así como el aire es el medio en el que viven las personas);

 linfa circulatoria: la linfa propiamente dicha, que a su vez se divide en linfa periférica, linfa intermedia y linfa central.

La linfa intersticial o histolinfa

ASPECTO Y FUNCIONES

En ayunas, la linfa intersticial es un líquido transparente, de tono amarillento y cierta viscosidad, ya que contiene proteínas y células hemáticas (glóbulos rojos, blancos, etc.).

Después de comer, la linfa, en particular en la zona intestinal, adquiere un aspecto lechoso a causa de la presencia de microglóbulos de grasa.

La histolinfa realiza una función de equilibrio de los líquidos del cuerpo. Además, es un primer filtro de los agentes contaminantes e infecciosos, por lo que se puede afirmar que gracias a ella es posible diagnosticar el estado de salud y el comienzo de cualquier patología.

COMPOSICIÓN

La composición de la linfa intersticial, llamada también histolinfa o líquido intercelular, depende directamente de la actividad de los órganos en los que se encuentra. Por ejemplo, en el caso de un ganglio endocrino, la linfa será muy rica en hormonas producidas por aquella glándula. Es como una corriente subterránea cuya composición depende del terreno por el que transcurre.

En general, la composición de la linfa es muy parecida a la del plasma sanguíneo, si bien se diferencia por la proporción de proteínas, reducida a casi la mitad en este caso. La linfa coagula al entrar en contacto con el aire, probablemente porque contiene aquellas sustancias coagulantes que se encuentran también en la sangre. La cantidad de proteínas que se encuentran presentes en la linfa varía según las distintas zonas del organismo. Por ejemplo, la linfa de origen hepático posee un 6,6 %, mientras que la de origen cutáneo sólo un 2 %.

Como ya se ha dicho, la linfa contiene parte de las numerosas sustancias derivadas del metabolismo celular: enzimas, hormonas, residuos metabólicos y rastros de otros compuestos, así como un pequeño número de glóbulos rojos y linfocitos.

Algunos elementos y compuestos se encuentran en un porcentaje constante.

CONTENIDO DE MINERALES Y PRINCIPALES COMPUESTOS EN EL PLASMA, HISTOLINFA Y LÍQUIDOS INTRACELULARES

Elemento

Plasma

Histolinfa

Líquidos intracelulares

Na (sodio)

127-142

127-148

30

K (potasio)

4

4

118

Mg (magnesio)

2

2

30

Ca (calcio)

4-5

3-4,7

5

HCO3- (bicarbonato)

27

32

10

Cl (cloro)

96-104

98-114

28

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