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Curso de guitarra clásica

Curso de guitarra clásica

Enrico Maria Barbareschi, Francesco Giamminola

 

Verlag De Vecchi Ediciones, 2022

ISBN 9781644616314 , 214 Seiten

Format ePUB

Kopierschutz DRM

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12,99 EUR

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Curso de guitarra clásica


 

La guitarra


(por Francesco Giamminola)

Descripción de la guitarra clásica

La guitarra es un instrumento de cuerdas pulsadas, con una caja de resonancia de madera en forma de ocho y con fondo plano, provista de trastes y pala en forma de espátula algo inclinada hacia atrás.

Estas son las características básicas del instrumento, es decir, aquellas que, habiendo permanecido casi invariables durante toda su evolución, son suficientes para identificarlo y distinguirlo de cualquier otro.

La guitarra es, pues, un instrumento casi completamente de madera, en el cual los sonidos se obtienen mediante la vibración de unas cuerdas. Las partes que la componen son fundamentalmente dos: la caja de resonancia, también denominada caja armónica, que tiene la función de captar el sonido producido por la vibración de las cuerdas y amplificarlo, y el mástil, compuesto a su vez por un mástil propiamente dicho, trasteado y pala, que tiene la función de sostener las cuerdas, de regular su tensión y, por tanto, su afinamiento, y de identificar las distintas notas por medio del trasteado.

Como se ve claramente en el dibujo, cada componente de las distintas partes tiene, evidentemente, un nombre preciso y es importante que tratemos de aprenderlo desde el principio a fin de podernos orientar mejor durante las próximas descripciones.

Comencemos por la caja de resonancia: esta está compuesta por la tabla armónica, que es la parte plana anterior en la que se alojan la boca y, más abajo, el puente, en el que se sujetan las cuerdas; por el fondo, que es la parte plana posterior, y por las fajas, que son los flancos doblados que definen la característica forma de ocho. Estos tres elementos se pegan por medio de las contrafajas, una serie de varillas cuneiformes que tienen precisamente el objetivo de aumentar la superficie de pegado. Tanto el fondo como, sobre todo, la tabla armónica están reforzados en su interior por numerosas cadenas y pasadores, es decir, varillas de madera pegadas de forma perpendicular u oblicua a la veta de la madera de la tabla y que sirven para aumentar la resistencia de dicha tabla a la tensión a la que es sometida por las cuerdas y, que al mismo tiempo, contribuye a difundir la vibración en la superficie de la tabla, con el fin de aumentar su amplificación y definir su timbre.

Exposición de los elementos que componen una guitarra clásica

El interior de una guitarra clásica en construcción: obsérvese la particular disposición y forma de las cadenas y de los pasadores (Maestro violero Enrico Bottelli, Milán)

Evolución del instrumento en la historia

Los orígenes

Se halla muy difundida la idea de que la guitarra es un instrumento de reciente invención, pero la realidad es bien distinta: en efecto, la organología, que es la ciencia que estudia los instrumentos musicales y su evolución, ha demostrado ampliamente que, contrariamente a lo que se cree, los orígenes de la guitarra son antiquísimos, sin duda más antiguos incluso que los del laúd.

Se habla de la XI y XII dinastía de los faraones egipcios de Tebas (2070-1778 a. de C.), dado que la iconografía de un bajorrelieve de las tumbas de aquellos faraones representan algunos instrumentos con la caja armónica convexa, y por tanto con características afines a las del laúd, y otros, en cambio, se caracterizan por un mástil más largo y una caja con fondo plano y perfil en forma de ocho. En otro bajorrelieve, aproximadamente un milenio más reciente, hallado en Capadocia, en Euyuk (Asia Menor), se da un segundo testimonio de instrumentos similares. Se supone que estos instrumentos, por medio de los egipcios y los persas, fueron transmitidos a los árabes, quienes, a su vez, los introdujeron en Europa. Existe una segunda hipótesis que considera el origen de la guitarra estrechamente vinculado al de la vihuela de mano. Este es un instrumento muy similar a la guitarra que tuvo gran difusión en España durante los siglos XVI y XVII; según esta hipótesis, los orígenes de la guitarra fueron europeos, y de ello daría testimonio la presencia de la cítara en las miniaturas del salterio carolingio de Utrecht del año 860. La cítara, a su vez, derivaría de la fidicula romana, y en efecto el término fidicula por sucesiva derivación se habría transformado en citola, vigola, viguela y, finalmente, en vihuela.

Entre los instrumentos importados a Europa por los árabes se incluyó, además del laúd, la kuitra, que en España se llamó guitarra morisca. Esta, que tenía el fondo curvo e iba armada con cuerdas metálicas, convivió durante mucho tiempo (hasta el siglo XIV) con la guitarra latina, un instrumento de fondo plano y con cuerdas de tripa derivado de la fidicula. A partir de la primera, capaz de mayor volumen sonoro, se desarrollará la tradición musical popular; a partir de crear la segunda, capaz de producir matices sonoros más refinados, la culta.

El laúd

Durante los siglos XVI y XVII, Europa conoció el auge de una literatura musical para el laúd de enorme importancia en la historia de la música. Esta, muy rica en cantidad y calidad, atestigua la difusión y consideración de que gozó este instrumento en aquel tiempo. Con gran habilidad fue utilizado en las piezas cortesanas y en las religiosas, en composiciones polifónicas y en melodías acompañadas, así como para espectáculos de danza y populares.

El laúd es un instrumento similar a la guitarra en muchos aspectos. En efecto, también es un instrumento de cuerda de punteo y por tanto la sonoridad es similar; la técnica de ejecución es casi la misma, con la única diferencia de algunos detalles introducidos en la técnica guitarrística de los últimos siglos; incluso el afinamiento y la extensión en octavas fueron, durante un largo período, casi idénticos. Por estos motivos, la música compuesta para laúd es fácil de adaptar para la guitarra, y por lo tanto, si, como hemos dicho, la literatura del laúd es de gran importancia en la historia de la música, lo es con mayor motivo para los guitarristas, que son capaces de interpretar esas espléndidas páginas musicales con su instrumento. Por todo ello, resulta muy útil para quienes se interesen por la historia de la guitarra una introducción a las características principales del laúd. Como hemos visto, es un instrumento de cuerda; siempre fue de madera, a menudo fabricado con técnicas sumamente refinadas y materiales de gran valor. Su característica más peculiar es la forma de la caja armónica, ovalada y plana en la parte anterior y ovalada y convexa en la posterior. Esta convexidad se obtiene gracias al ensamblaje de unas varillas de madera perfiladas y pegadas longitudinalmente mediante un procedimiento idéntico al que se utiliza aún en la actualidad para la fabricación de la caja armónica de la mandolina; el mástil, más corto y ancho que el de la guitarra, está dividido en trastes realizados con hilo de tripa similar al utilizado para las cuerdas con las que está armado. Casi en el centro de la tabla armónica se sitúa una abertura obtenida mediante una finísima talla que reproduce delicados motivos decorativos, y que por ello se denomina rosa. Por último la pala, que es el soporte de las clavijas, las cuales regulan la tensión de las cuerdas, está considerablemente doblada hacia atrás. El laúd, que como hemos visto fue introducido en Europa por los árabes, se tocaba al principio sólo mediante púa y, más tarde, directamente con los dedos.

Copia de un laúd del período renacentista con seis órdenes de cuerdas

Hasta el siglo XVI iba armado generalmente con seis órdenes de cuerdas pero, hacia el final del siglo, la búsqueda de mayor extensión del instrumento, en particular en los sonidos graves, llevó a añadir más pares de cuerdas, llamados bordones. Esto obligó a añadir palas suplementarias y a prolongar el mástil, asimismo, para equilibrar el instrumento, en el peso y en el sonido, se amplió y modificó también la forma de la caja. Se llegó así a instrumentos nuevos que, según las características predominantes, adoptaron los nombres de laúd tiorbado, tiorba o guitarrón.

La guitarra en los siglos XVI, XVII y XVIII

Al hablar del laúd hemos destacado su gran difusión durante los siglos XVI y XVII y la gran importancia de sus composiciones musicales; no puede decirse lo mismo de la guitarra, la cual desempeñó, sobre todo en el siglo XVI, un papel subordinado al primero. Su menor extensión en octavas, unida a unas cualidades tímbricas a menudo inferiores, determinaron probablemente su menor éxito. No obstante, también fue utilizada en todos los campos citados para el laúd, con unas composiciones a menudo de gran calidad aunque menor en cantidad.

En el siglo XVI la guitarra común fue más apreciada en Francia que en España, donde se consideraba un instrumento más propio de los pasatiempos populares. Sin embargo, mientras en Francia en esta época la guitarra se presenta generalmente con fondo plano y con una forma muy cercana a la guitarra moderna, en Italia durante todo el siglo XVII es más común el modelo con fondo curvo. En este período el instrumento va armado generalmente con siete...